Evaluar la composición corporal significa medir los diferentes componentes que componen el cuerpo.

Esta medición se realiza a nivel molecular mediante bioimpedanciometría que consigue dividir los diferentes "compartimentos" del cuerpo humano diferenciando la masa grasa de la masa magra, y subdividiendo la composición de la masa magra aún más concretamente.

Una composición corporal que tiende a ser rica en tejido adiposo y pobre en masa muscular se correlaciona con una mala condición física general (cardiocirculatoria, respiratoria, muscular, articular, etc.), con una pobre capacidad atlético-deportiva y con un mayor riesgo físico asociado a eventos nefastos como hipertensión, diabetes, obesidad, dislipidemia, síndrome metabólico, complicaciones cardiovasculares y patologías articulares.

Es posible medir el peso del sujeto, el IMC, la masa grasa (FM), la masa magra (FFM), el porcentaje de agua corporal total (TBW), la fracción de agua intracelular (ICW) y extracelular (ECW).